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Madres y referentes de moda en Cantabria | El Diario Montañes

Madres y referentes de moda en Cantabria | El Diario Montañes

SERGIO SAINZ Santander

Cuando se trata de ellas no se necesitan frases hechas. Hablan los sentimientos y basta con tirar del hilo invisible para coser para coser historias de lo más emocionantes. ¡Feliz Día de la Madre! Sin filtros ni perfiles, sólo hablamos de corazones que un buen día sintieron otro(s) latido(s) que cambió(aron) sus vidas para siempre. Desde Cantabria DModa hemos querido dar voz a las protagonistas, concretamente a unas cuantas mujeres con todo que contar desde diferentes ámbitos, pero muy relacionadas con la moda. Es nuestra excusa para entender mejor su conexión con sus hijos e hijas, descubrir cómo han convertido en cómplices de estilo a las nuevas generaciones y anécdotas que van más allá del probador. Madres luchadoras, auténticas, empoderadas, capaces... Como tú, querida lectora, que hoy el calendario te recuerda que es tu día, cuando, en realidad, todos lo son.

«Muchas veces la encontraba entre mi ropa o zapatos enseñándome 'lo guapa que se había puesto'»

Montserrat Núñez y María

La peluquería y su hija (@srta_natal), listas para presentar una colección nupcial. / MANUEL CASTAÑO

-¿Cómo te cambió la maternidad? ¿Qué supone para ti ser madre?

-Sin duda, la mejor experiencia de mi vida y saber que ya no vives para ti, sino por y para ella. Un ser maravilloso que vino al mundo llena de amor y fue muy deseada. Fue y sigue siendo un torbellino en mi vida.

-Alguna anécdota que refleje cómo ha heredado tu hija la pasión por la moda…

-Desde pequeña estábamos siempre juntas. La llevaba a mis viajes, siempre entre mis maletas, en ferias de moda y peluquería, ocio, etcétera. Se mimetizaba conmigo perfectamente, a veces la encontraba entre mi ropa o zapatos enseñándome lo «guapa que se había puesto», que eso se llevaba así que lo había visto ella... siendo bien pequeña. ¡Siempre ha sido un cascabel y siempre lo será!

«Siempre admiré a mi madre por ser una mujer que desbordaba clase»

Gloria Rueda, Jimena y Beltrán

La empresaria de danza y de 'Oxígeno 21' posa orgullosa con sus dos pequeños. / DM

-¿Cómo te cambió la vida ser madre?

Ser madre fue una continuidad de mi vida. No fue un cambio, simplemente fue un estado que llegó para colmar de felicidad ese camino recorrido y por recorrer… Es como si mi destino estuviera escrito junto a mis hijos, ellos me complementan de tal forma que no logro entender mi vida de otro modo. No tuve que renunciar a nada, siempre formaron parte de mi estilo de vida, integrados en mi trabajo, en mis viajes, en mis ratos con amigos, en mis celebraciones, en mis días bajos, en mis éxitos, en mis tristezas e incluso en mi soledad… Ellos son la máxima expresión de amor, un vínculo difícil de explicar con palabras, que sólo una madre puede llegar a experimentar.

«Mi MADRE lo fue con mayúsculas, ejemplo de fortaleza, entrega absoluta y amor incondicional».

GLORIA RUEDA

Este año, será para mí un Día de la Madre repleto de sentimientos opuestos. Por un lado, sentiré todo el amor que Jimena y Beltrán me dan, y me sentiré la mujer más dichosa de este mundo... Y, por otro, sentiré la tristeza de la reciente ausencia de mi madre. Una MADRE con mayúsculas, ejemplo de fortaleza, entrega absoluta y amor incondicional. Ella da significado a la palabra MADRE.

-¿Ellos han heredado tu pasión por la moda?

Indudablemente he sido una influencia para mis hijos con el tema de la moda. Tienen dos personalidades muy distintas: Jimena siempre me pide consejo y es muy parecida a mí a la hora de decidir sus 'outfits'; Beltrán tiene muy claras sus ideas y sus gustos y no soy nada determinante a la hora de tomar decisiones sobre sus looks. Aunque he de decir que tiene una clase, un estilo y un gusto innatos, que son dignos de mi admiración... Y he decir que siempre admiré a mi madre por ser una mujer que desbordaba clase... y esa ha sido la mejor herencia que nos ha podido dejar a mis hijos y a mí.

«Mis hijas tiran de mi armario y se prueban cosas hasta que damos con el look perfecto»

Susi Mazo, Adriana y Celia

La 'personal shopper' de El Corte Inglés en Santander, junto a sus dos hijas. / DM

-¿Cómo cambió tu vida la maternidad?

-Ser madre fue la experiencia más bonita de mi vida. Mi realidad cambió por completo y nadie me advirtió de ello. Es el amor más verdadero que existe, es infinito y tuve la suerte de tener unas hijas, Adriana y Celia, que me han puesto el camino muy fácil. Estoy muy orgullosa de ser su madre.

-¿Ellas recurren a ti como asesora de moda?

-Las dos tienen personalidades diferentes, pero confieso que también hacen la pregunta del millón de mi día a día. ¿Qué me pongo? Me gustan los días que estamos en casa su padre y yo… Tiran de mi armario y se prueban cosas hasta que damos con el look perfecto. Disfruto mucho vistiendo a mis clientes, pues si se trata de mis hijas es un lujazo para mí.

«La niña visita mi taller para que la enseñe los modelos de las clientas y me da su más sincera opinión»

Trinidad Castillo, Isla y Bastian

La diseñadora en un día de juegos de moda, con Isla y Bastian con looks parisinos. / DM

-¿Qué supuso para ti ser madre?

-La maternidad te hace poner los pies en el suelo, ya no estás sola... Hay una 'personita' que depende de ti. Eso sí, es la experiencia más bonita que pueda imaginar, hasta que no eres madre, no puedes imaginarlo. Ser madre te hace madurar y ver el mundo otra vez desde los ojos de un niño y su sabiduría y sencillez. Otra cosa es que tienes que ir corriendo a todos los lados, ¡pero casi siempre lo haces con mucho gusto!

-Siempre cuentas que tú de niña ya jugabas a la moda. ¿Se repite la historia?

Madres y referentes de moda en Cantabria | El Diario Montañes

-Sí, durante el confinamiento inicial, Isla me sorprendió haciendo vestidos con retales míos y con medias viejas. Curiosamente, yo de pequeña hacía muchísimos diseños a las muñecas con medias. Fue bonito jugar con ella y hacer 'creaciones' con todo tipo de materiales. Además, está encantada cuando diseño algo para ella. Está muy orgullosa y suele venir al taller a jugar con los hilos y para que la enseñe los modelos de las clientas y me da su más sincera opinión. Siempre me sorprende. Veremos qué pasa con Bastian…

«Mis hijas me animan a comprarme ciertas prendas porque saben que se la pondrán también ellas»

Gema de Luelmo, Paula y Carolina

La experta en moda, en un evento con sus hijas, igualmente 'fashionistas'. / @GEMABRUJULADEESTILO

-¿Qué significó para ti la experiencia de ser madre?

-Para mí fue algo muy bonito, siempre tuve claro que quería hijos y es que, además, me gustan mucho los niños, sobre todo cuando son bebés. Tuve a mi hijo Alejandro con 29 años y al ser el primer nieto, el primer sobrino, el primer bebé en la familia fue un niño al que me ayudó mucha gente a criar. Después vinieron Paula y Carolina y la experiencia siguió siendo muy bonita, pero también muy agotadora. Eran tres niños pequeños y había que tener mucha organización y paciencia.

«Antes de salir vienen a buscar prendas a mi armario para crear sus propios looks más adecuados a su edad»

GEMA DE LUELMO

Esos años con los niños pequeños los disfrutas mucho, con muchas anécdotas y experiencias, aunque aparqué la faceta profesional por estar con ellos. Tengo que decir que disfrutaba vistiéndoles y diseñando vestidos para las niñas, que luego confeccionaba mi suegra y mi madre tejía las chaquetas y capotas a juego. Por suerte me pude incorporarme a la vida profesional de nuevo y mis hijos me ayudan, me animan y celebran mis logros.

-¿Han heredado tu pasión por la moda?

-Yo creo que mis hijos han visto desde siempre mi afición por la moda y cómo me gusta crear looks e ir siempre 'arreglada'. Mis hijas Paula y Carolina, que tienen 20 y 18 años, ahora antes de salir vienen a buscar prendas a mi armario para crear sus propios looks más adecuados a su edad. Están continuamente enseñándome trapitos de las 'webs' de las marcas para ver si caen. En casa hay discusiones porque yo soy muy cuidadosa con la ropa y ellas no tanto. Me animan mucho a comprarme ciertas prendas porque saben que se la pondrán también ellas. ¡Tenemos a los hombres de la casa un poco locos con ese tema! No sé si ha sido porque lo han visto desde pequeñas o simplemente porque les gusta.

«Me encanta vestirles iguales, pero ya cada uno va pidiéndome su estilo»

Alicia Peña, Mario, Martina y Marco

La bonita familia del reinosano Jorge Pérez, ganador de 'Supervivientes 2020'. / @ALICIAPHUMADA

-¿Cómo te cambió la vida ser madre?

-Para mí la maternidad fue ver mi sueño hecho realidad. Me cambió en el hecho de que si pensaba que era feliz en mi vida, cuando tuve a mi pequeño en brazos me enamoré locamente y superé con creces esa felicidad. Mi vida cambio sí, mi corazón se rebosó de amor. Ellos son mi gran trampolín para conseguir mis sueños, son mi porqué, su fuerza es la que me impulsa a conseguir mis deseos. Para mí supone mi mayor crecimiento personal, son mis principales maestros, me enseñan cada día. Aprendo mucho de ellos, también desde el primer momento me formé con libros y cursos para poder hacerlo lo mejor posible y, poco a poco, ir cosiéndoles unas enormes alas que les permitan volar alto. También ser madre me supone sacar las fuerzas de donde jamás imaginaba tener. Ser madre significa para mí el mayor regalo que la vida me podía haber dado, mi mayor milagro.

-¿Alguna anécdota de la moda en familia?

-Me encanta vestirles iguales, aunque he de decir que cada día se me complica un poco, ya que cada uno va buscando su propio estilo. Me encanta la moda infantil, me transmite mucha dulzura. Cada temporada disfruto mucho viendo las nuevas colecciones y eligiendo para mis 'peques'. Tengo muchas anécdotas graciosas en cuanto a la ropa de los niños y mi marido... Siempre le suelo dejar la ropa preparada, pero me acuerdo una vez que de pequeñito Mario, mi hijo mayor, tenía unos pijamas muy bonitos y Jorge le vistió con uno de ellos pensando que era ropa de salir a la calle... y eso, a la calle con el pijama puesto. El tema de los faldones de bebés también era un dilema para él y esas blusitas con tantos botones... ¡Se lo he puesto difícil! Ahora, como bien he dicho, les sigo vistiendo iguales, pero ya cada uno va pidiéndome su estilo. A Martina la encanta la ropa y me ayuda a elegir... Bueno, aunque muchas veces se la va el ojo a los 'brillis' y colores fuertes y yo soy más de claros y lisos. También me fascina vestirme igual que ellos. La verdad es que la gente siempre me pregunta por la ropa de los 'peques' y me transmiten cómo les gusta verles vestidos en conjunto. Yo les digo que así no se me pierden (risas).

«Cuando mi hijo ganó el Oscar me llamó llorando y dándome las gracias»

Teresa Rivera-Garrido y Sergio

Madre e hijo, en el día de su boda. Maquillada por él, como no podía ser menos. / PABLO MADARIAGA

-¿Cómo vivió la experiencia de ser madre?

-Sin duda, a mis 85 años puedo decir que lo mejor he hecho en la vida es ser madre. Y eso me recuerda a mi marido, Roberto López-Colón. Ahora mi hijo Sergio habrá podido ganar el Oscar, pero su padre ya estaba en el Salón de la Fama de Puerto rico, pues fue jugador profesional de béisbol y ganaron algunos mundiales. Mi primer hijo, Roberto, vino pronto y lo viví con muchísima ilusión. Enseguida llegó Teresa y ya teníamos la parejita. Y después la tercera, Sandra, que vive en Los Ángeles. Sergio llegó casi de sorpresa, revolucionó la casa, nos animó la vida… y así nació Patricia. Me siento muy orgullosa de nuestra familia numerosa.

-Ahora con el Oscar bajo el brazo al 'Mejor Maquillaje', pero habrá muchas anécdotas de Sergio...

-Recuerdo desde bien niño que hablando por teléfono la gente pinta, el padre hacía cuentas negocio, pero Sergio dibujaba una cara, de perfil, los ojos… No una casa, no, eran bocetos perfectos. Asus hermanas las maquillaba desde joven y siempre celebrábamos fiestas de disfraces en fin de año. Una vez me maquilló de 'punki', con el pelo verde, otra de Vilma de 'Los Picapiedra'. Aunque la vez más especial fue en su boda, estaba muy nerviosa, era la madrina. Sabía que, como siempre, no fallaría. Me vi perfecta, muy natural, resaltando los ojos… Y ahora todo lo que estamos viviendo que es indescriptible, no me lo esperaba. Cuando ganó me llamó llorando y dándome las gracias. Se lo merecía es un trabajador incansable y muy buena persona.

Entre brochas y pinceles, los maquilladores cántabros se muestran orgullosos del Oscar de Sergio López-Rivera

Sergio Sainz

«India por las mañanas no se quiere poner pantalones, siempre me pide un vestido»

Paula Fernández Solórzano, India y Duna

La bloguera posa en una sesión familiar con sus pequeñas: India y Duna. / LONDON STUDIO

-¿Y llegó el día que fuiste madre? ¿Cómo te cambió la vida?

-Sin lugar a dudas fue lo mejor de mi vida. No imaginé la maternidad como la estoy viviendo y ahora no puedo imaginar mi vida sin ella. Es la etapa más mágica que he vivido. Se sufre una transformación física y psicológica que te cambian como persona y te hace actuar diferente para contigo y para con los demás, pero todo compensa.

-¿Qué papel tiene la moda, especialmente con India?

-A mí siempre me ha gustado la moda. Lo he heredado de mi madre. Casi siempre recupero prendas suyas, porque soy más descuidada con las tendencias. Aunque tengo mi estilo propio e India también. A ella le encantan el rosa, el 'brilli-brilli'... Por las mañanas no se quiere poner pantalones, siempre me pide un vestido. Si te descuidas se pinta las uñas, todos los días al llegar a casa se quita la ropa y se disfraza. Cuanto más brillo, mejor. Ahora está pensando en el verano y me pide un bikini como las mayores. O vamos a salir de casa y veo que vuelve a su cuarto a un tocador de 'Frozen' que tiene pintándose los labios. ¡Es muy fuerte!

«El mayor un desastre con el tema moda, pero a su hermano le encanta que le compre ropa»

Sandra Veiga, Edu y Iago

La que fuera Miss Cantabria posa con sus hijos, de generaciones bien diferentes. / DM

-¿Cómo viviste y vives la maternidad?

-La maternidad llegó a mí por primera vez con 19 años, bastante jovencita. Fue una mezcla entre hacerse mujer y madre al mismo tiempo. Un aprendizaje muy intenso, pero a la vez muy bonito y, sobre todo, muy natural. No se piensan tanto las cosas y todo sale con mucha naturalidad. Los dos, mi hijo y yo, fuimos aprendiendo juntos podríamos decir. A día de hoy, Edu tiene 22 años y tenemos una confianza muy especial. Estoy súper orgullosa de él y puedo decir que tengo un hijo que es una gran persona, súper responsable y muy feliz.

«Para mí nada supera el orgullo de ver que tus hijos son felices y se convierten en personas con unos buenos valores»

sandra veiga

La segunda vez que fui madre fue con 35, ya de jovencita nada. La madurez y la experiencia te aporta calma, pero también te hace pensar mucho más las cosas en lo que puede pasar y por tanto tener más preocupaciones. Parece mentira, pero para mí cuanta más edad, más miedos tuve. Ahora el enano de la casa, Iago, tiene 5 años, y qué voy a decir de él, que es el juguete y que nos tiene enamorados. Es un niño maravilloso y muy feliz también. Para mí nada supera el orgullo de ver que tus hijos son felices y se convierten en personas con unos buenos valores. Es como lograr un triunfo después de mucha dedicación y esfuerzo, pero claro, sintiendo un amor incondicional que hace que salga sin ni tan siquiera pensarlo, ese que sólo se conoce cuando te conviertes en madre o padre.

-Una madre ex Miss, con dos hijos, ¿les has transmitido tu pasión por la moda?

-Edu es un desastre con el tema moda, él es feliz en chándal y no es nada nada coqueto. Soy yo, bueno ahora su novia, quien le compra la ropa. Nunca le ha gustado y yo tenía la esperanza de que cuando entrara en la adolescencia cambiaría, pero todo mi gozo en un pozo (risas). Mira que él vivió de pequeño el verme a mí relacionada con este mundo, pero nada, que no se parece a mí en eso. En cambio, a Iago con lo pequeño que es, le encanta que le peine con gomina, que le compre ropa, pero sobre todo zapatos, ¡le encantan! Con tres añitos le fui a poner unas playeras que había llevado dos días seguidos y me dijo, «¿pero siempre llevo los mismos?» Estaba yo acostumbrada a su hermano y claro, me parece que voy a tener los polos opuestos. Las quejas de... «ponte eso», «arréglate» o «hay que comprar unos pantalones» va a pasar a... «deja de probarte'», «no te arregles tanto» y «ya tienes suficiente ropa, no pidas más». Lo que tengo claro es que no me aburriré. ¡Luchas de la maternidad en estado puro!

«Nuestro vínculo como madre e hija se hace más fuerte cuando pronunciamos la palabra moda»

Maribel Cabo e Isabel

Madre e hija, en plena prueba de tocados y sombreros. / @ABUELAALAULTIMA

-¿Cómo vives el hecho de ser madre y compartir pasión por la moda con tu hija?

-Ella llegó a mi vida una fría tarde de enero, exactamente el día de mi cumpleaños, y aprendí a ser madre cuando aún no sabía muy bien cómo ser hija. Isabel, que así se llama, llegó a mi vida para enseñarme a amar incondicionalmente, a olvidarme del 'yo' para ser siempre 'nosotras'. Nuestro vínculo como madre e hija se hace más fuerte cuando pronunciamos la palabra moda. Ambas somos presumidas ( yo, confieso, un poco más) y seguidoras de las últimas tendencias, aunque con estilos bien distintos.

Ella es la calma en la tempestad, la dulzura, la mano amiga con la que contar, la perfecta anfitriona. Como trabajadora en el sector funerario (creo que estaba destinada para ello), elije sus looks para transmitir serenidad en momentos difíciles, sin estridencias, colores suaves y neutros, con un ligero toque chic. Es en su tiempo de ocio, cuando recurre a ropa sport , viste más cómoda y colorida para disfrutar de sus mellizos; apasionada del mundo de los complementos, la sombrerería y los tocados son su pasión, y aunque no dispone de mucho tiempo, siempre que puede inventar, crea un nuevo diseño y da rienda suelta a su creatividad. Ahí es donde nos complementamos. Ella imagina y yo ayudo a crear.

¡Y qué decir de mí! Es difícil definirme a mí misma, pero mi estilo pasa por color, color y color… No me importa vestir de negro, de hecho, creo que abuso un poco, pero lo compenso poniendo color en los complementos. Boinas, sombreros, pendientes, collares, anillos, zapatos, bolsos… Rojos, morados, amarillos, rosas, azules… Me gustan, me apasionan… y es ahí donde mejor conectamos madre e hija. No importa lo ocupadas que ambas estemos o lo poco que hayamos hablado de nuestras cosas (el tema hijos/nietos nos ocupa casi todo el tiempo) sólo hace falta una llamada, una foto de esa tendencia que acabamos de ver… et voìla! Nos ponemos al día.

Nuestros días 'sólo de chicas' son ahora más escasos, pero no hay duda de que cuando algo te apasiona, buscas el momento para compartir y la moda es algo que une y mucho, y a nosotras nos refuerza ese vínculo que nada ni nadie podrá romper por mucho tiempo que pase.

«Espero poder ayudarles a sacar su parte creativa, como hizo mi madre conmigo»

Violeta Ibáñez, Frida y Eros

La creadora de Aire Retro, junto a su madre, Rosa, y sus amores Frida y Eros. / @AIRERETRO

-Y te convertiste en madre, ¿qué supuso para ti?

-La maternidad me cambió tanto que Aire Retro nace precisamente de eso. Cuando fui madre y me quedé sin trabajo tuve que buscar una opción que fuera compatible con dedicar tiempo a mi hija Frida y no tener que trasladarme a Bilbao o Santander. Ahí nace Aire Retro como un proyecto para crear con total libertad durante el primer año de vida de mi bebé. Nunca pensé que fuera a funcionar, la verdad. Mi idea era volver a trabajar en alguna agencia de publicidad después de ese año y aquí sigo con esta maravilla de trabajo, mi pasión, mi 'hobbie', mi manera de expresarme y desahogarme... Así que en 2012 fui madre por partida doble: primero Frida y luego Aire Retro. Doy gracias a la vida cada día por este regalo.

«Mi madre siempre me puso en contacto con la cultura: la moda, la literatura, la música, el arte...»

VIOLETA IBÁÑEZ

-Alguna anécdota relacionada con la moda y tus peques…

-Tanto Frida como Eros han vivido la moda desde pequeños y están acostumbrados a trastear con mis prototipos y mis dibujos. Viven el proceso creativo de manera natural, disfrutan mucho y opinan. Espero poder ayudarles a sacar su parte creativa, como hizo mi madre conmigo. Ella siempre me puso en contacto con la cultura: la moda, la literatura, la música, el arte... La recuerdo pintando figuras de escayola que hacía mi padre, sonando Joaquín Sabina de fondo y explicándome el significado de ciertas canciones...

Este artículo podría ser infinito, sumar otros tantos testimonios, pero hoy lo sois todas. Madres. Las cinco letras que llenan de orgullo y amor las familias. Únicas. ¡Felices días y gracias por tanto!

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